El supuesto anonimato que rodea a las criptomonedas no exime de tener que cumplir con las diferentes obligaciones fiscales según la operación que se realice con ellas. La Agencia Tributaria ya ha advertido de que intensificará su vigilancia.

Aunque la CNMV, el Banco de España y hasta la Unión Europea ya se han puesto manos a la obra para emitir una serie de propuestas sobre la regulación de las monedas virtuales, es cierto que la falta de normativa clara y específica sobre los bitcoins hace que los inversores que han apostado por estos activos duden cómo deben actuar para cumplir con sus obligaciones fiscales. Aun más, cuando la Agencia Tributaria ya ha advertido, en su Plan de Control Tributario de 2018, que va a vigilar muy de cerca el empleo de criptomonedas como métodos de pago.